viernes, 27 de noviembre de 2009

Entrada micológica

Hola a todos! Lo primero, como hago siempre, disculparmee por anto tiempo sin actualizar pero la vida de esudiante...ya se sabe. También agradecer a Arsenio del departamentto de botánica de la Universidad de León la identificación de la mayoría de los ejemplares dee esta entrada. Como comenté en la última entrada, estaba planeando hacer un post sobre hongos que nos podemos encontrar en las zonas oseras. Pequeños seres vivos que afloran tras las lluvias otoñales entre la hojarasca y la madera en putrefacción.
Comenzaré con las Amanitas. Un género de los más conocidos y llamativos de setas. Pdemos encontrarnos con especies comestibles y con otras tóxicas dentro del mismo género. Yo siempre tuve reparo en la recolección de setas, ya que no soy un experto en el tema y se juega con fuego.
La más llamativa de todas es la Amanita muscaria. Es la típica seta de los Gnomos, de tonos rojo intenso con moteado blanco. Dan mucho juego en fotografía.

Amanita muscaria

A. muscaria de diferentes tamaños

Entorno en robledal de A. muscaria

Otra de las Amanitas que me encontré este otoño fue la Amanita vaginata. Al contrario que la anterior, esta es comestible bien cocinada. Me topé con unos cuantos ejemplares en un abedular asturiano.

A. vaginata

Por último también pude ver la Amanita rubescens, que es comestible como la anterior. Se parece bastante a la amanita pantera asique hay que andarse con ojo. En este caso el ejemplar fue hayado en un hayedo en tiempos de berrea.

Entorno en hayedo de Amanita rubescens

Existen más especies de Amanitas en la cordillera, pero no me topé con ellas en mis salidas al campo. Otro de los géneros más conocidos por sus aptitudes culinarias es Boletus. Pueden alcanzar gran tamaño y uno de los más conocidos es el Boletus edulis de tonos pardos y con un borde más claro en el sombrero.

Boletus edulis surgiendo entre las hojas de roble

Entorno de B. edulis

Se puede apreciar que cuando las setas ya llevan un cuanto tiempo sobre la superficie aparecen con trozos comidos. Yo personalmente he visto sobre todo babosas alimentandose de los hongos.
Otra de las setas más famosas de la cordillera cantábrica son las Macrolepiotas. En este caso prefieren ambientes de prados para desarrollarse en lugar de los forestales. Son los típicos "paraguones" de las camperas.

Macrolepiota procera

Otro grupo interesante de setas son los Lactarius. Setas en forma de cuenco con unas laminillas muy marcadas y con tonos pardos y anaranjados. Pude localizar algún ejemplar, pero en fotografía no se puede llegar más allá del género.

Lactarius sp.

Otra especie que también tiene forma de cuenco pero es totalmente diferente a los Lactarius es Pseudoclitocybe cyathiformis. Una pequeña seta de tonos marrón oscuro que suele pasar desapercibida en el suelo del bosque. Tiene poco valor comestible.

Pseudoclitocybe cyathiformis

Una de las especies más fotogénicas y por ello más fotografiadas es la Oudemansiella mucida, una especie blanca típica de hayedos y con un aspecto mucoso y brillante. Nace directamente sobre los troncos de las hayas (vivos o en putrefacción.

Oudemansiella mucida

Entorno de Oudemansiella mucida

Oudemansiella mucida desde abajo

En un paseo por cualquier bosque caducifolio de norte también nos podemos encontrar con un buen número de yescas. Son hongos de aspecto duro y que nacen siempre directamente sobre los árboles. A veces incluso es complicado diferenciarlas del arbol ya que otros seres vivos crecen sobre ellas como si fuese el propio árbol. Aquí van algunas especies.

Fomitopsis pinicola

Pycnoporus cinnabarinus

Detalle de Trametes versicolor

Otro de los géneros de setas más fotografiados es el género Mycena. Son setas de pequeño tamaño que por lo general aparecen formando grandes grupos sobre la madera. Añaden un toque mágico al dosel forestal. Es complicada su ientificación en fotografía, por lo que algunas son la especie concreta y otras representantes del género simplemente.

Mycena sp.

Mycena sp.

Mycena sp

Mycena sp

Mycena vulgaris

Mycena rosea

Mycena crocata

Existen muchos más géneros de setas forestales de pequeño tamaño. Algunas llamativas por sus colores, y otras por su sencillez, pero que al mismo tiempo las hace bellas. Un ejemplo es Lacaria amatista que llama la atención por su color morado intenso.

Lacaria amatista

Las setas que nacen en grandes conjuntos siempre llaman la atención de naturalista ya que parecen una gran familia de vida corta, ya que al finalizar su época de esplendor se pudren. Un ejemplo el el género Pholiota que crece en bases de árboles formando grandes grupos.

Pholiota sp

Pholiota scuamulosa

Para terminar 2 especies de setas de colores llamativos que podemos encontrarnos en los bosques húmedos de la región. Una es la Tremella mesenterica de aspecto gelatinoso y húmedo y con un intenso color naranja.

Tremella mesenterica

La otra especie es una seta de tonos azulados semejante por estructura a las amanitas, sin embargi se trata de Stropharia aeruginosa.

Stropharia aeruginosa

Esta claro que faltan muchísimas especies de las que pueblan nuestros bosques y prados, pero sin embargo esta pequeñísima muestra puede servir para dar fe de la gran diversidad de la montaña cantábrica en todos sus ámbitos. Ha sido una entrada más gráfica que didáctica pero bueno, era algo que tenía ganas de hacer. Esper que os haya gustado. Un saludo

sábado, 31 de octubre de 2009

La curiosidad de una gineta

Pues en este post voy a contar una historia que me pasó a principios de verano y que tenía en el tintero hasta hoy. Resulta que una tarde de verano esperamos hasta la caída del sol para volver a casa, ya que siempre se puede ver algo en las primeras horas nocturnas. Veníamos con el coche por una pista cuando un par de ojos brillan sobre el tronco de un chopo talado. Estábamos lejos y apuramos un poco la marcha para ver de que se trataba. Era una preciosa gineta que acababa de empezar su jornada de caza. Tiré alguna foto desde el coche pero el flash que viene con la cámara tiene poco alcance por lo que después de haber visto a la gineta bien y disfrutar de su presencia decidí intentar algo que no se si por corazonada o por no tener nada que perder podía salir bien. Abro la puerta del coche y comienzo a caminar lentamente hacia la gineta. Esta ni siquiera me mira, está atenta a algo que había en el camino. Me fijo y se trataba de un gato casero blanco y negro. Se va el gato y entonces la gineta orienta sus orejas hacia mi y permanece atenta a mis pasos. Sigo acercándome lentamente hasta que llegué a unos 10 metros del animal que seguía pendiente de mis movimientos. Es suficiente para que se adivine el animal en la foto asique no me acerco más. La gineta me mira durante un buen rato y entonces lentamente se esconde entre las ramas del chopo caído que posiblemente hagan de refugio durante el día al animal.

Gineta (Genetta genetta)

En la foto puede verse el tamaño del animal y sobre todo de su cola anillada. Experiencias así son las que hacen que nunca se pierda la afición que vas alimentando con cada salida al campo, sino que al contrario se intensifiquen tus ganas de seguir en ello. Sólo he visto 2 veces una gineta en libertad y las 2 veces por la noche. Durante el día suelen permanecer en hoquedades de árboles o en agujeros de canchales. Mucha gente piensa que las ginetas pertenecen al grupo de los mustélidos, sin embargo no es así. Se trata de un vivérrido, que según he leído llegó a la península gracias a la conquista musulmana de la península y los cuales las usaban para mantener sus barcos libres de ratas.
La cuestión es que tener a uno de estos bichos tan cerca y sin barreras de por medio es una experiencia única. Ya había escuchado de lo confiadas que son algunas ginetas en lugares como Los Alcornocales en Andalucía, pero es algo que nunca te esperas. Ha sido de nuevo una entrada breve, pero voy sacando cosas del baúl poco a poco. Estoy preparando una entrada micológica que pronto veréis. Espero que os haya gustado la entrada y un saludo.

miércoles, 28 de octubre de 2009

Sapillo pintojo ibérico

Hoy dedico la entrada al último de los anfibios de la región por la que me muevo que me quedaba por ver y fotografiar. Considero que es el más difícil de localizar de los anfibios de la zona osera ya que suele escoger zonas de menor altitud para desarrollar su vida y sus hábitos nocturnos hacen que sea más difícil detectarlo. A principios del mes de Octubre vinieron unos días de lluvia pero manteniendo aún unas temperaturas de 12º aprox. que son las propicias para detectar anfibios en las carreteras durante la noche. Muchos pierden la vida en el asfalto, pero circulando con cuidado podemos sorprendernos con la diversidad de herpetofauna que pasa desapercibida durante las horas de luz y que sale cuando el sol ya se ha puesto.
En uno de estos paseos nocturnos bajo la lluvia es cuando pude detectar a 2 ejemplares de sapillo pintojo ibérico con un diseño semejante. Uno de ellos se escapó sin dejarse fotografiar y al otro se le tiró alguna foto como se pudo ya que la lluvia puede mojar el equipo y no es plan. Aparecieron en una zona en la cual sospechaba que podía verse la especie ya que es muy buena para anfibios en general. En esa noche pudimos ver en esa zona: salamandra común, tritón jaspeado, tritón palmeado, sapo común, rana común, rana bermeja, ranita de san antonio y el par de pintojos ibéricos.

Sapillo pintojo ibérico (Discoglossus galganoi)

Es una especie exclusiva de la península ibérica que, a priori, puede parecerse más a una rana que a un sapo. Sin embargo el aspecto rugoso de su piel y un tímpano poco visible hacen que se considere un sapillo.
Siempre he leído que los sapillos pintojos escogen muchas veces pisadas de ganado para permanecer ocultos durante el día, por ello siempre miraba en estas zonas, pero sin suerte. Está claro que para el avistamiento de ciertas especies hay unas condiciones propicias y en el caso de los anfibios hay que mojarse. Gracias a alguna mojadura he conseguido fotografiar a todos los anfibios de la zona, incluso alguno que no me esperaba por aquí, como el sapo corredor que comenté en una entrada pasada. Si alguien de la zona osera como Degaña, Laciana, Alto Sil, Cangas, Somiedo...ve o ha visto algún sapillo pintojo ibérico pues estaría bien compartir los datos para tener algo más controlada a la especie en estas regiones. Ha sido una entradilla breve pero espero que sirva para que os fijeis la proxima vez que veais un anfibio sin cola. Un saludo y gracias por visitar el blog.

viernes, 23 de octubre de 2009

Viejos amigos

Lo primero hola a todos. Este mes y pico sin actualizar tiene varias razones: el comienzo del nuevo curso (tercero de carrera ya), 10 días enfermo... Tengo varios temas a tratar en el tintero. Hoy hablaré de como reconocer a individuos de una especie, en concreto hablaré de gatos monteses. Tengo controlada una zona en la que se pueden ver varios individuos de esta especie, sobre todo campeando tras las siegas veraniegas, y este año particularmente han desarrollado la caza en estos lugares hasta el día de hoy y puede que continúen hasta que empiecen las nevadas fuertes. El hecho de que haya varios individuos hace interesante el poder diferenciar unos de otros. Yo en esta especie me fijo sobre todo en los cortes y muescas en las orejas de los monteses. Se las producen en peleas territoriales o en escarceos amorosos que en esta especie suelen ser bastante violentos.
Si os fijáis en el individuo que forma parte de título de este blog, veréis que le falta un trozo bastante grande de su oreja derecha. Además tiene un tono más rubio que los demás gatos de la zona y la mancha blanca del pecho es amplia. Este animal cazó durante el mes de Julio en una zona bastante pequeña, por lo que parece ser rica en alimento, ya que más gatos campearon esa zona. Ahí van un par de fotos del animal, una para ver la muesca de la oreja y otra para ver el color rubio del ejemplar. En la segunda, la muesca se vió a través del telescopio.

Gato montés de muesca en oreja derecha (pinchar para ampliar)

El gato "rubio"

Otro de los gatos que pude ver desde Julio es un macho de bastante tamaño del cual ya colgue fotos en verano de 2008. Entonces era más pequeño pero ha crecido lo suyo. Se caracteriza por una pequeña muesca en forma de circulo en su oreja izquierda, a media altura mas o menos. Este gato salió a cazar en unos prados un tiempo y desde hace algo más de un mes está en otros prados a 1 km en linea recta de los anteriores.

Gato con muesca redonda en oreja izquierdan, en una tarde lluviosa de agosto

Barrido del mismo gato para apreciar la morfología típica de la especie.

Ahora van una foto del mismo animal en otro de los prados. La luz es diferente y hace parecer que sean ejemplares distintos. En esta última foto se aprecia mejor la marca de la oreja.



Por último, otro ejemplar de mmenor tamaño, probablemente un juvenil del año pasado también caza en los mismos prados pero es el que menos se deja ver de todos. Quizá prefiere otras zonas donde esté menos expuesto y no sea tan visible a sus competidores de mayor tamaño. Este animal tiene las orejas ligeramente más puntiagudas y con los bordes sin marcas. Adjunto unas fotos aunque más alejado que los anteriores.

El menor de todos los gatos del territorio



He visto más gatos este año pero en territorios claramente separados del tratado hoy. Por ello me resulta interesante ver el número de ejemplares que utilizan un mismo territorio para cazar. He de decir que nunca vi más de un ejemplar desde el mismo oteadero. Por lo que puede inturise que si hay un gato cazando en un prado, en ese momento no hay ningún otro ejemplar alimentandose en ese mismo lugar.
Viendo a todos los ejemplares por separado puede dar lugar a confusión, pero al verlos todos juntos en este mismo post seguro que apreciais las diferencias entre los individuos. Es por ello que la fotografía es una gran herramienta parra hacer censos de ciertas especie. Sobre todo se utiliza el fototrampeo, que permite identificar diferentes individuos basándose, por ejemplo, en el moteado (como en linces o jinetas) que es una especie de huella dactilar en ciiertos mamíferos.
Esto hace que la observación de naturaleza no se base únicamente en ver especies, sino también en diferenciar individuos. Dicen que ponerles nombres iimplica cogerles cariño a los animales, por eso prefiero llamarlos por ssus características físicas. Tengo más cosas que contar pero eso será en el siguiente post. Un saludo y espero que os haya resultado interesante el artículo.

domingo, 13 de septiembre de 2009

"El animal que se convirtió en leyenda"

Llevaba bastante tiempo queriendo dedicar un post a uno de los animales más representativos de nuestra fauna, el lobo ibérico. En algunos lugares decir lobo es decir alimaña, algo que causa graves daños en el ganado y con lo que hay que terminar apresuradamente. Quizá esto, entre más factores, es lo que hace que este animal se relacione con el demonio y con el mal. Nada más alejado de la realidad. No pretendo hacer apología de esta especie en el sentido de decir que es el animal más bueno que hay. Es cierto que causa daños en el ganado, pero no toda la culpa es del lobo. Ejemplo de ello es que en la Sierra de la Culebra en Zamora, existe una de las mayores densidades de lobo de la península y los ataques al ganado son anecdóticos. Hay abundancia de ciervos y se les proporcionan carroñas para evitar que ataquen el ganado. Gracias a esto muchos pueblos de esta región viven y comen gracias a naturalistas que van a ver al lobo.
Pero esa es otra historia. Todos los naturalistas sienten respeto y admiración por el lobo. Todos sueñan con verlo o con escuchar sus aullidos. Mi historia con el lobo comienza cuando yo era pequeño.
Yo vengo de familia ganadera por lo que la relacion con dicho animal en las montañas de la cordillera cantábrica es muy estrecha. Siendo pequeño y dando una vuelta por el monte mi padre me cuenta una cosa que le pasó de pequeño. Mientras el bajaba de la braña de cuidar el ganado, ve en un teso unas ovejas de un vecino del pueblo. Es entonces cuando un lobo solitario se dirige corriendo hacia 2 corderos, uno de los cuales se despeña y otro cae en las fauces del lobo tras una escoba donde mi padre pierde la pista al animal. Desde entonces, siempre que pasamos cerca de ese lugar, mi padre me recuerda la historia. 7 ovejas le mató el lobo a mi abuelo causando unas bajas por el valor de 35000 pesetas de la época.
Historias así que te cuentan cuando eres pequeño son las que hacen que sientas curiosidad por ver a ese animal al que todos temen. El que buscan los cazadores y vigilan los pastores. Puede parecer por lo que he contado hasta ahora que el lobo es un ser vil que sólo ataca al ganado. El lobo, como todos los animales, prefiere conseguir alimento con poco esfuerzo. Es más rentable atacar a un rebaño de ovejas, que no saben hacia donde escapar y la mayoría se matan unas a otras a pisotones, que seguir a un jabalí o un ciervo que están curtidos en la huida. Es igual que el oso que baja a las colmenas o demás animales que causan polémica.

Hembra de lobo ibérico (Canis lupus signatus) en la cordillera cantábrica

Mi primer avistamiento de lobo fue, como siempre me prometí, en las montañas en las que vivo. Las húmedas y escarpadas montañas del norte dan cobijo a varias manadas de este animal. Era Noviembre y todavía no había nevado ese año (2007). Ibamos a hacer una ruta de esas a las que tienes cariño por algo en concreto, cuando de repente veo un bulto esconderse en un escobal. Se lo digo a mi padre y a mi primo que me acompañaban aquel día. Decidimos esperar en la zona hasta que algo de señales de vida, si había entrado algo, tendría que salir de allí. Es entonces cuando vi mi primer lobo. Una loba que portaba restos de algun animal en sus fauces. Iba cogiendo altura hasta coronar en una quebrada. Entonces aparece un segundo animal, también hembra (ver foto). Al salir del escobal queda mirándonos y sientes la mirada del lobo de la que todos hablan. Va hacia otra quebrada con el característico trote lobuno, con el cual pueden recorrer largas distancias sin ocasionarles cansancio. Al asomar en una vaguada un rebaño de rebecos sale esparcido en todas direcciones y es que el lobo es respetado por todos ya que forma parte de la cima de la pirámide alimenticia.

Mi segunda experiencia con estos animales en las montañas cantábricas fue el año pasado. También en invierno y esta vez con nieve. La noche había sido fría y caminar por algunas zonas era peligroso ya que una ligera capa de hielo dificultaba el equilibrio. Alcanzamos una zona desde la cual controlamos un amplio valle. Es alta montaña, por lo que los rebecos caminan en fila india sobre la nieve a la vez que se ablanda con los primeros rayos del sol. Veo entonces 2 siluetas que bajan corriendo hacia el fondo del valle. A simple vista no adivino bien de que se trata, pero entonces giran y puedo ver una gran cola que sirve de timón en el descenso por la nieve. De nuevo 2 lobos buscando alimento. Se nos esconden pero al rato volvemos a localizarlos. Caminan lentamente y pronto descubrimos el motivo. Unos metros por delante suyo, 2 rebecos se alimenta al borde de un desfiladero. Presenciar una escena de caza de estos animales en plena naturaleza es algo con lo que todos soñamos. Entonces uno de los rebecos levanta la cabeza. Han sido descubiertos, intento fallido. Los lobos entonces se relajan ya que saben que los rebecos tienen ventaja junto a ese desfiladero y no hay opciones de éxito.

En la fotografía podeis ver 2 lobos ibéricos (uno sentado y otro con la cabeza girada) y 2 rebecos en la esquina superior izquierda. Pinchar en la foto para ampliar

Rebeco ante una pareja de lobos

Pareja de lobo ibérico. Como podéis ver uno de los ejemplares es más rubio y el otro es más negro. Posiblemente un macho y una hembra.

Los lobos merodearon por la zona mientras otros rebecos no les perdían ojo hasta que se adentraron en el bosque donde sus siluetas son menos llamativas. Las fotos no tienen demasiada calidad debido a la gran distancia a la que se encontraban los animales.
Mi último avistamiento de lobo se produjo el viernes día 4 de este mes. Era un día normal de monte, esperando en algún sitio a ver si se veía algo interesante. Cuando en unos campetos veo una silueta que me resulta familiar. Era un lobo sin duda. La emoción nos recorre por dentro ya que está más cerca que en las otras ocasiones. Decidimos ir a un punto por el cual el lobo puede pasar, ya que es una senda natural y hay posibilidades de que vaya por ahí. Aparece una silueta entre las hayas. Es más grande de lo que parece cando lo ves lejos. Un bonito macho de lobo ibérico se muestra ante nuestros ojos. Nos mira durante un instante y cambiando el rumbo, pero no el paso, se pierde en la espesura del bosque.

Macho de lobo ibérico (Canis lupus signatus) de las montañas del norte.

He visto el lobo fuera de la cordillera una vez, y no fue en la culebra. Sin embargo el sentimiento que provoca a alguien que sueña con verlo en estas montañas toda su vida es diferente.
No quiero entrar en polémica con cazadores o ganaderos. Simplemente decir que el lobo estaba aquí antes que ellos. Que el problema no son los lobos que haya, que cacen muchos corzos o muchos ciervos. Son ellos mismos los que cazan a esgalla sin poner precintos y demás historias que suceden todavía hoy. Hay menos bichos por su culpa y no por culpa del lobo.
Con los ganaderos es otra historia, al menos hoy pagan indemnizaciones aunque demasiado despacio. Tardan mucho tiempo en compensar los daños y de esa forma los ganaderos acaban odiando al lobo. Es el problema de un país que todavía está muy atrás respecto a temas medio ambientales.
Esperemos que el lobo camine por nuestros montes durante mucho tiempo, controlando a especies como el jabalí que causan daños en la agricultura y sobre otras especies animales. Controla también a los ciervos, que afectan por ejemplo al urogallo. Seguro que se me quedó algo en el tintero pero bueno. Espero que os haya gustado la entrada y un saludo.

viernes, 4 de septiembre de 2009

Pirineos (Segunda parte)

La crónica del segundo día en los pirineos es más breve. Nos dedicamos a buscar pequeñas joyas de la herpetofauna de la región. Y es que hay que mirar para los bichos grandes pero también para los pequeños.
El primer objetivo del día era ver tritón pirenaico, un urodelo de piel rugosa que habita en los torrentes del pirineo. Las indicaciones nos llevaban al remanso de un riachuelo en el cual pudimos ver bastantes ejemplares. De todos los tamaños e incluso realizando cópulas con el nudo característico que produce el macho con su cuerpo alrededor de la hembra. Aquí van un par de fotos del tritón pirenaico. En la primera podéis apreciar la piel rugosa y la linea vertebral amarillenta. En la segunda se puede ver el color anaranjado del vientre y las excrecencias córneas oscuras de la punta de sus dedos.

Tritón pirenaico (Euproctus asper) macho

Macho de triton pirenaico

Mientras fotografiábamos a los tritones, una pareja de pito negro nos deleitó con sus cantos y vuelos. Yo ya había visto y escuchado al Dryocopus aquí en mi tierra, pero mi padre lo vió ese día por primera vez. Las alas de este enorme píccido cortan el aire haciendo un ruido bastante audible a corta distancia. Otro de los iconos del pirineo había sido visto sin buscarlo.
En nuestra estancia en los pirineos pudimos ver gran número de ranas bermejas. Sin embargo la tonalidad dominante en la zona en la que nos movimos era amarillo-dorado. Aqui en la cordillera casi todas las que veo son pardas o rojizas, sin embargo allí no. Adjunto una foto de uno de los ejemplares de Rana temporaria del
pirineo.

Rana bermeja (Rana temporaria)

Decidimos visitar ahora una zona bastante buena para víbora aspid, sin embargo no hubo suerte esta vez ya que la Vipera no apareció. Dimos vueltas a unas cuantas piedras, bajo las cuales también nes encontramos con alguna sorpresa. Me refiero a un ejemplar de sapillo moteado que nos topamos bajo una roca. No llevaba intención de encontrarme con esta especie, sin embargo nos sonrió la fortuna y pude añadir este anuro al conjunto de anfibios de los que he disfrutado a lo largo de mi vida.

Sapillo moteado (Pelodytes punctatus)

De camino al hotel pudimos presenciar un buen bando de milanos (reales y negros) que supongo estaban en plena migración. Los reales comienzan a llegar y los negros a irse. También comentar que me sorprendió el buen número de águilas calzadas que hay en el pirineo comparado por ejemplo con la zona en la que yo me muevo normalmente.
La crónica de hoy ha sido mas escueta que la de ayer pero la vivencia fue igualmente apasionante. Espero que os guste y un saludo.

jueves, 3 de septiembre de 2009

Pirineos (Primera parte)

Este verano tenía planeado visitar la gran cordillera que separa España del resto de Europa y así lo hice. La intención era fotografiar las mayor cantidad de especies tipicas del sistema montañoso pirenaico pero con un mínimo desplazamiento. Gracias a las magistrales indicaciones de un buen amigo (el sabe quien es) no tuvimos ningún problema.
La primera parte del viaje tratará sobre aves y mamíferos y la segunda parte sobre herpetofauna sobre todo.
El primer día del viaje decidimos dedicarlo a 2 especies representativas del pirineo. La marmota y la perdiz nival. De paso veríamos otro tipo de aves como piquituertos y verderones serranos.
La marmota y el lagópodo alpino son especies que desarrollan su vida a gran altitud, sobre el umbral de coníferas del pirineo. Nuestro camino comienza en dicho umbral donde los piquituertos perchan sobre la copa de los árboles perennes y los verderones serranos campean en las zonas despejadas y entre las rocas en busca de algo que llevarse a la boca.

Verderón serrano (Serinus citrinella)

Una vez pasamos del ecotono entre el bosque perenne del pirineo y la zona prealpina, empezamos a estar preparados para cualquier indicio de las marmotas. Son animales de la familia de las ardillas (Sciuridae) que pasan el duro invierno del pirineo en guaridas bajo tierra. Son casi 6 meses los que pasan bajo tierra algunos años y por ello han de estar preparadas. Tras la primavera, las marmotas salen a la entrada de su madriguera ,normalmente con alguna roca cercana, sobre la cual se solean para entrar en calor tras las noches sobre los 2500 metros de altitud. Son animales sociales. Uno de ellos se coloca estratégicamente vigilando las zonas de posible acercamiento a las madrigueras y cuando considera que el peligro es evidente emite un silbido de alarma fácil de escuchar y diferenciar en la alta montaña de los pirineos. Es entonces cuando las marmotas se refugian en las madrigueras hasta que pasa el peligro.

Marmota (Marmota marmota) a la entrada de la madriguera

Las marmotas son animales agradecidos a la hora de fotografiar ya que si tienes ligeras nociones de acercamiento a fauna salvaje dejan acercarse a una distancia buena para fotografiarse. Tengo entendido que en algunas regiones del pirineo son extremadamente confiadas. Destaca también su simpatía colocándose sobre las patas traseras o viéndolas correr.

Marmota levantada sobre las patas traseras

Además de los silbidos, las marmotas se comunican visualmente gracias a un penacho oscuro que poseen en la cola. Lo agitan ante situaciones de alarma avisando a las marmotas cercanas. Como he dicho son animales bastante avanzados en el sistema de alarma conjunta.

Familia de marmotas en la que podemos ver un adulto (dcha) y dos juveniles.

Marmota silbando para alarmar a sus congeneres.

Marmota adulta descansando sobre una roca.

Pudimos disfrutar de las correrias de estos animales durante todo el día ya que aparecen en buen número y se dejan ver con facilidad sobre las rocas.

Marmota en su ambiente típico

Dejamos atrás la zona de las marmotas y llegamos al ambiente alpino (sobre los 2700 msnm), hábitat característico de la perdiz nival o lagópodo alpino. El plumaje crípitco de esta especie durante casi todo el año dificulta su observación. En invierno su plumaje es de un blanco casi impoluto y hace que se camufle de sus depredadores en la nieve. El hecho de que las nieves lleguen cada vez más tarde y las perdices muden antes la pluma, hace que sean un imán a depredadores como el azor, el zorro o la marta. Una vez finalizado el invierno las perdices mudan a una coloración grisacea, de tonos casi iguales a las rocas que aparecen en su entorno.
Decidimos asentarnos en un lugar elevado para controlar el ambiente y ver si localizamos a los lagópodos. No lo conseguimos pero mientras podemos observar los buitres volando con las primeras corrientes o un buen rebaño de rebecos de la subespecie pyrenaica.

Buitre leonado (Gyps fulvus) sobrevolando el pirineo

Rebecos (Rupicapra pyrenaica pyrenaica)

Los rebecos pirenaicos son más conocidos como sarrios o isards. Tienen un mayor tamaño corporal, los cuernos son mayores que en los rebecos cantábricos y el antifaz aparece menos marcado que en la subespecie parva.
Decidimos tantear el terreno desde dentro y es entonces cuando conseguimos localizar un bando de 5 perdices correteando. Es una especie que levanta el vuelo pocas veces, al contrario que la perdiz pardilla o la roja. Es dificil seguir la pista de los lagópodos ya que se camuflan a la perfección.

Lagópodo alpino (Lagopus mutus) en su entorno

Una de las perdices del bando llevaba un radiotransmisor ya que la antena sobresalia de su precioso plumaje. Supongo que los científicos facilitan así la localización en futuras visitas al hábitat del lagópodo alpino. Aquí van un par de fotos del lagópodo alpino.

Lagópodo alpino

Lagópodo alpino donde podemos ver la ceja característica de los tetraónidos

Se presentía tormenta por lo que decidimos tomar el bocata disfrutando de haber podido conseguir varios de los objetivos principales de la "expedición". Nos sentamos junto a un canchal donde una marmota asomaba de vez en cuando. Es entonces cuando miro atrás y veo un joven armiño acercándose a nosotros por la espalda. Al ser descubierto huyó hacia otro canchal del cual no salió mientras estuvimos allí. Vi la especie varias veces en la cordillera cantábrica pero es una ilusión poder haber visto al ágil armiño también en pirineos. Ya había terminado de comer cuando me levanto a asomarme a un risco a ver si se veía alguna marmota cerca. En ese momento mi padre me avisa de que algo vuela bastante cerca. Miro y se trataba de un juvenil de quebrantahuesos. Una especie con la que no contaba y sin embargo se presenta pudiendo verla a la perfección. El día era nublado por lo que las fotos no son para tirar cohetes, pero se ve bien de que carroñera se trata.

Quebrantahuesos (Gypaetus barbatus) juvenil.

Al final nos pilló la tormenta antes de poder refugiarnos. La noche antes también habia descargado bien ya que había buenas montoneras de granizo en las pozas de la zona alpina. Sin embargo el agua no pudo enfriar la ilusión de haber disfrutado de tres de las especies características del pirineo. Aquí finaliza la primera parte de la crónica del viaje. Un saludo