sábado, 11 de diciembre de 2010

Buscando al Lince Ibérico

El pasado puente bajamos, los habituales en las expediciones bicheras, a Sierra Morena, con el fin de observar a uno de los mamíferos superpredadores más característico de nuestra fauna, el gato clavo, gato cerval o como se llama oficialmente: el lince ibérico. Teníamos 2 días completos para dar con el felino fantasma y plasmar unos instantes de su vida en nuestra retina.
Sierra Morena es uno de los máximos exponentes en cuanto a monte mediterráneo se refiere. Encinas, jaras y lentiscos nacen en sus laderas y grandes rocas graníticas cubiertas de musgo adornan sus campos. La mayoría del terreno pertenece a fincas destinadas o bien a la caza o bien a la crianza de toros bravos y uno no puede moverse con la libertad con la que podemos movernos en la cantábrica, sin embargo si puede llegar a empaparse de su belleza, sus sonidos y sus olores.
Cuando se realizan monterías en estas fincas, muchas veces quedan desperdicios de los animales abatidos que son aprovechados eficazmente por las carroñeras ibéricas. En esta sierra habita el buitre negro: la mayor ave voladora de Europa y la segunda del mundo. Animales que parecen auténticos frailes cuando se acercan a la carroña y que superan con creces el tamaño de un buitre leonado cuando los tienes cerca. Nunca había visto esta especie y la verdad es que su vuelo impresiona a corta distancia.

Buitre negro (Aegypius monachus)

Buitre negro (Aegypius monachus)

El primer día llegamos tarde al sur de la península y tuvimos poco tiempo para observar. Los mochuelos, pequeños duendes de la noche, nos decían que la luz se estaba marchando y que mañana sería otro día.

Mochuelo (Athene noctua)

Los ciervos son muy abundantes en esta Sierra y todavía bramaban alterados con las lluvias caídas esos días en Andalucía. Se tratan de ejemplares jóvenes normalmente los que alargan tanto la berrea en estas tierras. La verdad es que es bastante curioso escuchar una berrea tan intensa en para la época de la que hablamos, ya que en la cantábrica si que he escuchado alguna berrida fugitiva en invierno pero la nieve apacigua a cualquiera.

Ciervo en el monte mediterraneo

Al día siguiente ya estábamos en el monte cuando rayaba el alba sobre las cumbres nevadas de Sierra Nevada. Otro de los objetivos del viaje aparte del buitre negro era ver muflones. Es una especie cinegética típica de Córcega que fue introducida en muchas regiones de España para su caza. Es el más esquivo de los ungulados de estas tierras y el hecho de que se practicasen monterías esos días hacía que estos animales estuviesen alejados de las zonas de tránsito y cerca de los altos. Sin embargo si que pudimos ver y fotografiar algunos ejemplares antes de que el sol golpeases las morenas laderas de la Sierra.

Amanecer en Sierra Morena

Muflón (Ovis musimon)

Como siempre pinchad en las fotos si las queréis ampliar. Continuando hacia el punto de espera al lince ibérico los ciervos y gamos salían de las fincas colindantes a la finca por la que circulábamos. Tanto machos como pequeños grupos de hembras con crías de la pasada primavera.



Serie de imágenes de los ciervos (Cervus elaphus) de esta sierra jienense

Ya habíamos podido apreciar el principal motivo de que esta sierra sea uno de los últimos refugios del lince ibérico: los conejos, pilar esencial en la dieta del felino y que abunda en Sierra Morena. Finalmente llegamos a un lugar amplio desde donde entre los 4 podríamos cubrir toda la superficie y avistar al felino. Nada más llegar un grupo de naturalistas ya tenían localizado un ejemplar escondido tras unas rocas graníticas. La distancia era grande, pero el animal se dejó ver pasado un rato a través del telescopio. El monte mediterraneo está plagado de arbustos de todo tipo entre los cuales el lince parece invisible y la orografía de la sierra con lomas y vaguadas hace que este animal aparezca y desaparezca en un simple parpadeo. Aquí va una muestra del terreno en el que se desenvuelve el gato andaluz.




El animal había desaparecido tras una loma cuando de repente un británico que se encontraba allí para ver lince se puso nervioso y señalaba con el dedo hacia abajo. Un macho de lince se movía como una sombra entre las jaras con movimientos rápidos en actitud de caza ya que se desplazaba con el cuerpo pegado al suelo y alternaba movimientos fugaces con paradas. Este otro ejemplar si pude fotografiarlo.

Lince ibérico (Lynx pardina) pinchar para ampliar

Animales como las urracas o los rabilargos ayudan mucho en la localización del lince en los recodos del monte. Avisan alarmantes una vez han localizado al predador y se arremolinan sobre el o a su alrededor. Incluso hacen picados sobre el animal para delatar su presencia y provocar su desplazamiento a otra zona. La verdad es que localizamos varios ejemplares escuchando y viendo a las urracas. Pasado un rato el lince que había salido cercano apareció unos metros más abajo, se rascó sentado, se afiló las garras en el tronco de una encina y prosiguió su camino hacia unos lentiscos espantando varios conejos a su paso. La verdad es que es un animal alucinante y demuestra toda la fuerza y magia que lo rodea en sus observaciones.





Serie de imágenes de alguno de los comportamientos descritos anteriormente del lince ibérico (Lynx pardina)

El viaje al sur ya había merecido la pena con creces. Dimos una vuelta después de las observaciones por la Sierra para ver el nivel de las aguas en el embalse del Jándula y los tonos verdes de las camperas. Nos dijeron que habíamos tenido suerte ya que pocas veces se ve la sierra con esos colores en esta época.


Petirrojo (Erithacus rubecuola)

Embalse del Jándula

Por la tarde nos dirigimos a otra de las zonas donde se suele ver al lince junto al curso del río Jándula. Otra de las presas habituales del lince es la perdiz roja, otro icono de la avifauna ibérica. Su canto estuvo presente en todas las esperas que hicimos al gato y el propio lince levantó algún bando en su tránsito por su territorio.

Perdiz roja (Alectoris rufa)

Pudimos ver otro ejemplar de lince e incluso lo escuchamos maullar al desplazarse delatado nuevamente por un grupo de urracas. Sin embargo lo hizo en el margen del río con mucha maleza y a pesar de haberlo visto muy bien no se pudo hacer ninguna toma decente. Pero las protagonistas de la tarde fueron sin duda una familia de nutrias. Una hembra con 2 crías del año nadaban río abajo mientras silbaban y jugueteaban continuamente. Es un animal que sólo había visto una vez aquí en la cantábrica y de cuya observación en Sierra Morena disfruté especialmente. Una gozada verlas desenvolverse en su medio el cual compartían con un martín pescador, varias garzas reales y cormoranes grandes. Al sumergirse podías seguir el rastro de burbujas para anticipar su próxima salida a la superficie. Animales curiosos y acelerados como la mayoría de mustélidos. Aquí dejo unas cuantas fotografías de los encuentras con las nutrias en los 2 días que fuimos a la zona del río. Algunas fotos son mías y otras son de mi primo Dani, compañero de fatigas en esto de bicheo, aquí os dejo ya de paso su galería en fotonatura

Nutrias (Lutra lutra) sumergiéndose


Nutrias en la orilla




Nutrias (Lutra lutra) en el río Jándula

En otra de las presas de este río también pudimos ver un lejano roquero solitario, otra especie que no había tenido el placer de observar hasta la fecha. Parecía que nos íbamos a ir de Andalucía sin ver otro de los tesoros ibéricos: el águila imperial ibérica pero el último día en otra de las esperas al lince apareció una pareja cicleó un rato sobre nuestras cabezas. El segundo día de observaciones pudimos ver otros 2 ejemplares de lince: Uno sólo lo vi yo ya que se escondió rápido tras una loma y otro lo localizó mi primo y lo vimos más rato aunque como siempre apareciendo y desapareciendo intermitentemente.

Aguila imperial ibérica (Aquila adalberti)

Decir que el segundo día llovió a mares y de forma intermitente pero intensa. En la cantábrica si llueve te llueve todo el día, pero en el sur llueve a la andaluza. Sino que se lo digan a una de las múltiples abubillas que pudimos ver que aguantaba estoicamente una buena mojadura.

Abubilla (Upupa epops)

En fin, un viaje inolvidable en el cual pudimos observar varios de los tesoros que se esconden entre las matas y las peñas de nuestro país. Esperemos que lo hagan durante muchos años y que podamos disfrutar de sus lances de caza. Mientras tanto el gato andaluz seguirá campeando bajo las oscuras encinas y las verdes matas de la sierra jienense de Andujar. Espero que os haya gustado la crónica del viaje, un saludo y gracias por visitar el blog.

sábado, 13 de noviembre de 2010

Días de campo

Si hay algo que tienen los días de campo es que ninguno es igual al anterior. Hay días muy buenos que son los que la mayoría de personas reflejamos en los blogs pero entre ellos también hay otros muchos días que llaman menos la atención, pero que pueden ser muy especiales si sabemos valorarlos. No todo va a consistir en observar como se alimentan grandes carnívoros o como una gran rapaz ejecuta un lance de caza. Esos días que no suelen surgir cuando tienes una conversación con algún colega del mundillo porque en su momento no te parecieron peculiares pero que pasado el tiempo recuerdas revisando fotografías y que hacen que lo que un día no te llamó la atención, lo haga un par de semanas después.

Zorro (Vulpes vulpes)

Algo así sucedió a finales de Octubre cuando dando uno de los paseos rutinarios buscando algo interesante me topé con un zorro campeando. Ha sido un verano bastante flojo en cuanto a observaciones de este cánido y tenía ganas de volver a fotografiarlo como se merecía. Ya veis, uno de los mamíferos mas abundantes de nuestra geografía y sin embargo su observación despertó una motivación equiparable a la de cualquier especie con mas renombre. El raposo en cuestión ya tiene el pelaje de invierno y una bonita maza blanca coronaba su espesa cola. El zorro es uno de esos animales que siempre está ahi y al que muchas veces no se le presta la atención que merece.





Este animal destaca entre todo el mundo por su astucia, protagonizando numerosas fábulas e historias. Y la verdad es que observándolo detenidamente te das cuenta de que su fama es merecida. Considerado alimaña por muchos, debido a los ataques a gallineros entre otras cosas, este animal ha sufrido el ataque del hombre continuamente y de hecho lo sigue sufirendo. En numerosas fincas de caza menor en la mitad sur de la península ibérica se sigue acribillando al zorro para que "no nos quite" la caza. Cosas así hacen bastante gracia ya que el que le quita la caza al zorro es el cazador. El primero la necesita para sobrevivir y el segundo no. Pero bueno, volvemos a lo de siempre, al dinero y demás historias. Como podéis ver, la observación de un animal en su entorno hace rebotar de una reflexión en otra y realmente te cuestionas porque acribillan a un bicho como este.

Rebeco cantábrico (Rupicapra pyrenaica parva)

Otro animal abundante en las zonas altas de la cordillera es el rebeco. Un animal cuyo celo es un espectáculo digo de admirar y que está a punto de empezar. Son los bóvidos salvajes de la cordillera, adaptados completamente a la vida entre peñas y en la vertical de los cortados calizos. Fibra pura preparada para amortiguar los saltos entre las rocas a velocidades de vértigo. Uno puede ver muchos rebecos a lo largo de su vida ya que es un animal bastante abundante, pero cuando realmente se para a pensar de lo que son capaces estos animales los observa con mucho mas detalle y valora la "máquina" que tiene enfrente. Una simple observación de rebeco puede ser especial cuando intentas ver porque ese animal es como es y que lo hace ser especial.

Estamos en una época en la que muchas aves nos visitan desde el norte de de Europa para pasar el invierno en un entorno más templado y con mayor disponibilidad de alimento que la tierra de donde vienen, que en esta época aparece cubierta de nieve. Eso hace que una salida al campo merezca la pena sólo con la observación de uno de estos animales y el hecho de comprobar que un año más la naturaleza sigue como siempre a pesar de los obstáculos y que estos pájaros vuelven a viajar cientos de kilómetros. Es el caso de los zorzales reales y alirrojos, túrdidos que vienen de tierras como Finlandia o Noruega para alimentarse en nuestros prados. Suelen formar bandos mixtos de zorzal real, alirrojo, común, algún charlo de vez en cuando y también algún mirlo capiblanco en el pico de la migración de esta especie. Este año ya vi unos cuantos ejemplares de zorzal real y alirrojo alimentándose de los frutos del majuelo y entre ellos se dejo ver algún mirlo capiblanco que siempre es una alegría.

Zorzal real (Turdus pilaris)

Zorzal alirrojo (Turdus iliacus) fotografiado sobre un majuelo en 2007 con mi anterior cámara, una Lumix

Otra migradora invernal que me encontré este año fue el pinzón real. No veía un pinzón real desde el invierno de 2007-2008 y la verdad es que es un pájaro de los más guapos que podemos ver en esta época de idas y venidas. Normalmente suelen aparecer en bandadas de fringílidos como pinzones vulgares, jilgueros y verderones. Ls machos tienen un tono azulado oscuro en la cabeza que le queda como restos de su plumaje nupcial mientras que las hembras suelen ser mas discretas. Fue una temporada muy buena para invernantes en general ya que vi los mayores bandos de lúganos en los abedulares de la montaña cantábrica y también alimentándose en los "Humeiros" (Alisos) de las riberas.

Pinzón real (Fringilla montifringilla) fotografiado en 2007 junto a pinzones vulgares

Pinzón real fotografiado este año

La verdad es que encontrarte con un buen bando de fringílidos y otras aves es algo muy entretenido ya que donde menos lo esperas puede aparecer una de estas especies que deseas ver cada invierno. El pasado fin de semana vimos un total de 10 pinzones reales aproximadamente repartidos en 2 grandes bandos. Uno de estos bandos presentaba pinzones vulgares, reales, jilgueros y gorriones comunes (muchas veces estas especies se alimentan en prados y jardines de pueblos en su descanso) y el segundo bando presentaba pinzones vulgares, reales, verderones, escribanos cerillos y también gorriones comunes.
Las migratorias son otro de los motivos por los que merece la pena salir al campo en estos días de temporales y frío. Sin embargo algunos días de campo no tienes oportunidad ni de ver a los residentes, ni a los migrantes, ni nada de nada... Seguro que todos habéis vivido algún día en los que parece que el monte calla y no se mueve ningún animal. Son días en los que tienes que buscar algo que te demuestre que todo lo que haces realmente merece la pena. Es entonces cuando el día te regala un bonito atardecer, o un color en las hojas de las hayas que refleja la lluvia caída.

Hojas de haya (Fagus sylvatica) en otoño

Atardecer en otoño

Son pequeños detalles, y es que en esta afición, como en la vida, los pequeños detalles son lo que realmente hacen feliz a las personas ya que si los aprendes a valorar, siempre tendrás uno y hará que merezca la pena. Los que se empeñan en abarcar demasiado, nunca se encontrarán satisfechos y no se sentirán realizados. Está bien ser ambiciosos pero en su justa medida, y es muy fácil saltar la linea. Espero que os haya gustado y os hayáis sentido identificados con esas jornadas de campo que no dejan de ser unas notas en un cuaderno para alguien normal, pero que al releerlas con el tiempo se convierten en recuerdos muy especiales. Un saludo

sábado, 30 de octubre de 2010

Limícolas en Asturias

Hola a todos. Esta entrada la tenía en la recámara desde Septiembre, momento en el que David Álvarez, excelente biólogo y mejor persona, decidió acompañarnos en los rincones querenciosos por las especies de limícolas que descansan en la costa Asturiana en el paso otoñal. No le gusta que le agradezcan el hecho de enseñar bichos, por ello le agradezco la compañía y el hecho de compartir experiencias a lo largo del día.
Comenzamos visitando un arenal asturiano en busca de algún correlimos confiando en que buscasen alimento en las algas que deja la marea, sin embargo a primera hora no tuvimos demasiada suerte. Algun chorlitejo grande, vuelvepiedras y poco más correteaban entre las rocas y guijarros costeros.
Nos dirigimos después a Llastres, pueblo famoso por la serie "El doctor Mateo" ya que en él se encuentran algunos de los escenarios, pero que también tiene un gran interés para el avistamiento de aves ya que en su puerto podemos encontrar alguna marina que descansa tras el intenso vaje del norte. Fue el caso de 4 alcas que se dejaban llevar por la corriente mientras las mirábamos con los prismáticos. Una de ellas presentaba un sedal asomando del pico. Se alejaron de la playa para luego dar media vuelta y 3 de ellas adentrarse en el puerto del pueblo donde las pudimos retratar.

Juvenil de alca (Alca torda) en Llastres

Hacía apenas 2 meses que había estado en las colonias de cría de estos animales en Escocia, y el encontrarte con ellos en estas latitudes deja clara la capacidad de desplazamiento y supervivencia de algunos animales y como año tras año son capaces de recorrer cientos de kilómetros para dar lugar a una nueva generación que de alguna manera mantendrá sus genes cuando ellos ya no estén aquí.
Un charrán común juvenil se afanaba en pescar también en la zona poco profunda de la playa al igual que un joven cormorán moñudo al que pudimos ver bucear perfectamente y apreciamos como se mueve bajo el agua gracias a que la poca profundidad convertía la capa de agua en un cristal practicamente transparente.

Charrán común (Sterna hirundo)

Es increible como ciertas especies son más o menos confiadas según de donde las encontremos. Por ejemplo, las agujas fueron confiadas en general todo el día, pero donde más confiadas eran fue en la playa de Gijón. Es curioso como nos miraba la gente que aún aprovechaba el sol en esa época del año, mientras nos acercábamos con nuestros objetivos y nuestra ropa de montaña a los limícolas. Varias personas nos dijeron que para que fotografiábamos los pollos de gaviota, y parece ser que mucha gente tiene esta creencia de que los pequeños limícolas son pollos de gaviota. Dicen que para el pote es lo mejor y que dan un sabor único. Ya se sabe, tradiciones.
Famosos son los vuelvepiedras y las garcetas de San Lorenzo en Gijón, por su confianza como por la variedad de poses y momentos que permiten captar al desenvolverse con total soltura y confianza ante la gente a la que están acostumbrados.

Vuelvepiedras (Arenaria interpres)

Garceta común (Egretta garzetta)

Chorlitejo grande(Charadrius hiaticula)



Aguja colipinta (Limosa lapponica)

El mes de Septiembre con los movimientos migratorios de muchas especies es un mes aprovechado por muchos ornitólogos para la búsqueda de rarezas. Yo personalmente soy de la opinión de que primero debemos conocer nuestra fauna, la que realmente tiene una importancia ecológica de peso y que ya habrá tiempo para las rarezas, pero la verdad es que siempre llama la atención la observación de animales a los que quizá no vuelvas a ver nunca ya que aparecen en contadas ocasiones por nuestras latitudes, de ahí lo de rarezas. En esa época un bando de 8 escribanos lapones se alimentaba en la zona del Cabu Peñes, uno de los puntos más ventosos de la península Ibérica y desprovisto en algunos puntos practicamente de vegetación ya que no soporta el intenso barrido del viento. Nos costó dar con ellos pero finalmente descubrimos a los 8 animales alimentándose con el cuerpo completamente pegado al suelo y con movimientos que recuerdan a los de roedores. Poder admirar a estos animales a pocos metros es algo que no se olvida fácilmente y que demuestra de nuevo la confianza de ciertos animales según de donde provengan.



Escribanos lapones (Calcarius lapponicus) en la costa central Asturiana

Comentaba con David que parece increíble que hace poco más de un siglo criasen araos y demás marinas en los cortados de la zona de Peñas y que hoy en día no que nada de eso practicamente en toda la costa del cantábrico.
Los acantilados están vigilados, como todos los entornos, por algún depredador y en este caso un halcón peregrino nos deleitó con alguna pasada a buena distancia para dejar constancia de su presencia.

Halcón peregrino (Falco peregrinus brookei)

Decidimos terminar el día en la playa de Bañugues, famosa por la abundancia de limícolas en los pasos y por la facilidad de retratarlos si lo haces de la forma correcta y con paciencia. Fueron muchas las especies que pudimos observar en esta playa.
Empezaré por los correlimos. Los más abundantes e inquietos de los limícolas que allí había. Se alimentan en la zona donde todavía llega un poco de agua de la marea. Aprovechan las algas que dejan las mareas para buscar alimento y forman grupos bastante amplios que pueden incluir varias especies. Nosotros pudimos ver correlimos común, correlimos tridáctilo, correlimos menudo, correlimos gordo (este se alimentaba en un grupo de agujas en lugar de con los demás correlimos) y por último otra rareza, el correlimos canelo. Un nombre que le viene al pelo ya que su plumaje es de este color. Además destacan sus patas amarillas y un ojo ligeramente rasgado en esta especie americana de limícola.

Correlimos menudo (Calidris minuta)


Correlimos tridáctilo (Calidris alba)


Correlimos común (Calidris alpina)

Correlimos gordo (Calidris canutus)



Correlimos canelo (Tryngites subruficollis)

A esta especie de correlimos no le gusta demasiado el agua y cuando aparece, suele ser en prados y zonas de la rasa pero es raro verlo directamente en las playas cuando llega a latitudes que no son muy normales en su caso. La verdad es que es un animal muy llamativo y agradecido de ver.
También nos encontramos archibebes, agujas y chorlitejos en esta playa. La agujas aparecen en la zona donde la arena se ablanda por la llegada de las olas y entierran su pico diseñado para la captura de invertebrados hipogeos.

Archibebe común (Tringa totanus)

Aguja colipinta (Limosa lapponica)

La sorpresa del día nos la dió un martín pescador que se posó en las rocas de la playa de Bañugues para realizar algún lance de pesca en los charcos mareales antes nuestra mirada. Podéis leer más sobre ello aquí

Martín pescador (Alcedo atthis)

En definitiva, un día de los que cuesta igualar y sobre todo olvidar. Con gran variedad de especies, entornos, momentos y sobre todo una compañía acojonante. Espero que os haya gustado la entrada. Un saludo